ARIADNA
Y el laberinto que en tus labios tornas pálido,
extensas paredes albas entre las cuales soy hipogrifo,
aurora,
fauno,
frenético resabio de dioses antediluvianos...
Y la crisálida que en tus ojos tornas de estaño,
aquel pequeño universo de hilos quemando,
en los que tiemblo y sueño perdido
la muerte de las mariposas,
las pezuñas del minotauro...
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