jueves, 13 de marzo de 2014

sin nada que sentir... para ti, desconocida...

EREBO
De la flora sombría que habita en tu nombre,
aquel suntuoso desierto enmarañado;
todo lo que es fuego,
alabastro...
De todo lo oculto tras tu cabellera,
lo extenso,

los bramidos inconexos,
aquel sereno temblor opiaceo...
Del fragor que cargas en tu seno,
el albo y serpentino Erebo,
todo lo que es tardo,
frenético...
De todo ello obtendré el refugio, el remanso;
todo aquello que en mi será finalmente
destello, sepultura,
ocaso...

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