domingo, 23 de febrero de 2014

lo que brinda lo desconocido...

De tentaciones, de ángeles…
En el reflejo de tu armadura,
en el tañido de tu arpa,
golpeas cierto sentido,
los márgenes del horror cotidiano, laxo…
Por un momento,
dejas tus alas de lado,
cambias las posiciones,
los límites de aquello por Dios dado,
los ángulos con que los astros
nos conducen a los precipicios hipnotizados…
Por el momento,
no tengo nombres para tus milagros,
para la pendiente que insinúas en mi corazón magullado,
solo el dulce sentido de tus plumas,
de tu tacto a mí encadenado…


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