sábado, 6 de julio de 2013

Fruto de un pequeño beso...

Dulce y nefasta
Si dejo la muerte entrar
(la llave torcida;
la puerta errada;
la cerradura dulce,
pequeña y nefasta,
forzada en música amarilla,
calma),
vendrá contigo:
Tu sonrisa vasta;
tus ojos perdidos que portan estepas, dunas,
gélidas playas;
tu piel ambarina que canta
princesas, cataclismos, cuentos de hadas,
brillo que susurra en mi oído:
…dejemos de una vez este mundo,
este puñal a nuestras espaldas…

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