sábado, 20 de julio de 2013

a veces, la tristeza...

Demasiadas madrugadas
Acaso pertenecen a esta madrugada,
el borde ceniciento de tus labios
gastados de esmeralda;
las terribles cruces de diamantes que rugen sobre tus espaldas;
los astros declinando en sus órbitas cansadas;
demasiados mares y grutas de orillas nada calmas…
Acaso pertenecen a esta madrugada,
el punto en que todos los deseos son escarlata;
los otros dioses inanes
que desde el firmamento demasiado claman:
un universo de sordos destellos
que en mi alma acabarán toda fe y flama…

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