miércoles, 16 de julio de 2014

con Eielson en el corazón...

EL PRIMER CRISANTEMO


Oh, amanecer en crisantemos,
y este imbécil corazón,
que crece como tumor de terciopelo 1;
y todo que añora perdido, prófugo durante el sueño:
el precipicio que significa la línea en las palmas,
el primitivo sentido bermejo…
Oh, amanecer en crisantemos,
todo es en instante castillos,
fantasía al otro lado del espejo;
el universo que surge extasiado, tanto fatídico como extenso:
tú que llegas con los astros,
yo que caigo despierto de nuevo…
  

1 (J.E. Eielson)

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