Un
canto en cada puerto
Oh,
brújula, astrolabio,
muelles
temblando;
ante
la marea es el infinito
la
erosión de mi canto…
Y de
agrio celeste,
el
mundo que dejo caer de mis labios salados,
hacia
la mar, los puertos
y
las gaviotas que vacían mis manos…
Oh,
brújula, astrolabio,
todo
es arena temblando;
es
mi canto aullido espléndido,
arrecife
de tu corazón siempre lejano…
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